lunes, 9 de mayo de 2011

El pulgar del panda

Las muchas excursiones de Darwin a las minucias de la Historia Natural le dieron la inmerecida fama de ser un anticuado y un tanto senil descriptor de plantas y animales curioso, que había tenido una inspiración afortunada en el momento preciso.
Darwin tuvo su papel en el inmenso y coherente planteamiento de su trabajo vital y la defensa de la selección natural como su mecanismo fundamental. Un biólogo californiano que se tomó el trabajo de  leer toda la obra de Darwin sobra las orquídeas como un episodio importante de la campaña.
Las plantas con flores que tienen tanto órganos sexuales femeninos como masculinos, desarrollan habitualmente una asombrosa variedad de “artilugios” para atraer a los insectos.
Las orquídeas elaboran sus intrincados dispositivos a partir de los componentes comunes de las flores vulgares.
Las extrañas disposiciones y las soluciones singulares constituyen la verdadera prueba de la evolución.
Los osos convencionales son los más omnívoros representantes de su orden, pero los grandes pandas han restringido su destreza y me pregunté cómo era posible que el descendiente de una raza adaptada para la carrera pudiese utilizar sus garras tan hábilmente.
El “pulgar” del panda no es, anatómicamente, un dedo. Está constituido por un hueso llamado sesamoide radial, que habitualmente es un pequeño componente de la muñeca.
El pulgar del panda está dotado no sólo de hueso para darle rigidez, sino también de músculos para proporcionarle su agilidad. Al igual que las partes de las orquídeas de Darwin, son partes anatómicas familiares remodeladas para una nueva función.
Los pandas, gracias a su ascendencia, empezaron ya con la ventaja para desarrollar una mayor habilidad en la alimentación.
En la mayor parte de los carnívoros los mismos músculos que mueven el sesamoide radial el músculo abductor largo termina en dos tendones: uno se inserta en la base del pulgar como un la mayor parte de los carnívoros. Los dos músculos más cortos se insertan también, en parte, de los osos.
El pulgar sesamoide de los pandas es una estructura compleja formada a partir de un marcado crecimiento de la musculatura.
En el pie del panda,  la contrapartida del sesamoide radial, llamada sesamoide tibial. Las partes repetidas del cuerpo no están sometidas a la acción de un único gen – no existe un gen “para” el pulgar, otro para el dedo gordo del pie, ni un tercero para el dedo meñique.
El pulgar del panda nos proporciona una elegante contrapartida zoológica a las orquídeas de Darwin. El pulgar verdadero del panda queda relegado a otro papel, demasiado especializado en otra función como para convertirse en un dedo oponible y manipulador.
Un insecto que pose sobre esta pista la hace descender, obteniendo así acceso a la copa de néctar que se encuentra más allá.
Darwin pasa acto seguido a mostrarnos como el mismo labelo evoluciona en otras orquídeas para formar una serie de ingeniosos mecanismos que garantizan la fertilización cruzada.
Los canales configuración ocasionalmente un túnel produciendo una flor tubular. No obstante, la naturaleza puede legar a tanto con tan poco que exhibe, en palabras de Darwin, “toda una prodigalidad de recursos para llegar a un mismo fin, a saber, la fertilización de una flor por el del polen de otra planta”.
Aunque un órgano puede no haber sido formado originalmente para un propósito determinado, si ahora sirve a éste propósito, podemos decir justificadamente que ha sido especialmente elaborado para él.



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